Gracias a su generoso apoyo, el Centro de Misión Mundial Hanhee Kim ha tenido un impacto significativo en las regiones más pobres de India, Ecuador y Perú, llegando a más de 800 niños y pastores en 2024. Sus contribuciones han proporcionado recursos esenciales como educación, alimentos y atención pastoral. Para algunos de ustedes, el sobre incluye nuevas tarjetas de patrocinio para seguir apoyando a los niños y pastores que más lo necesitan. Mientras Dios continúa usando este ministerio para bendecir a muchos, estamos buscando más patrocinadores que nos ayuden a llegar a aún más personas. Específicamente, hay niños en Ecuador que necesitan su cuidado y pastores en India que requieren apoyo para continuar con su trabajo. Lo invitamos a considerar en oración cómo puede ayudar a expandir el reino de Dios y apoyar a los necesitados. Si se siente impulsado a patrocinar o aprender más, visite coj.org. Juntos, podemos seguir haciendo una diferencia y compartiendo el amor de Cristo con quienes más lo necesitan.

Aunque la India se liberó de Inglaterra en 1947, cuenta con 5.000 años de historia. Y durante esos 5.000 años, la India ha mantenido el hinduismo como su religión nacional. En 2024, la población hindú era de más del 80%. El primer ministro Modi anunció públicamente que haría todo lo posible para que la India fuera una nación 100% hindú. Además de eso, la India ahora ha superado a China y se ha convertido en la nación más poblada del mundo con cerca de 1.500 millones de personas. ¿Puedes imaginar el corazón de nuestro Dios sabiendo que muchas personas están pereciendo en la India? Él desea tanto salvar incluso a una persona más de la India. Y es por eso que incluso llamó a una organización misionera tan pequeña como la nuestra. La construcción del edificio de la iglesia que comenzó el año pasado va muy bien. Este es realmente un sueño hecho realidad para ellos. Y debido a que hubo patrocinadores fieles que dijeron sí al llamado de nuestro Padre celestial, Su reino se está expandiendo en esta nación perdida de la India. Por favor, sigan uniéndose a nosotros en oraciones y donaciones para dar testimonio del establecimiento del reino de Dios en toda la India. A Dios sea la gloria.

Queridos patrocinadores: Estamos muy agradecidos por su generoso apoyo al Ministerio Niños del Amor. Gracias a su generosidad, 2024 fue un año de increíble impacto. Gracias a sus contribuciones, proporcionamos casi 40 000 comidas a más de 750 niños en las regiones más pobres de India, Ecuador y Perú. Además de alimentar a estos niños, distribuimos útiles escolares, productos de higiene y compartimos más de 1500 devocionales, llevando aliento espiritual y el mensaje del amor de Dios a estas comunidades. Su generosidad ha tocado innumerables vidas y ha traído esperanza a niños que la necesitan desesperadamente. Al mirar hacia el 2025, nuestra visión es promover el Reino de Dios al llegar a aún más niños en áreas no alcanzadas de estos países. Nuestro objetivo es satisfacer sus necesidades físicas, pero, lo que es más importante, compartir el amor y el mensaje de Jesucristo con aquellos que nunca lo han escuchado. Con su continuo apoyo financiero, podemos extender esta obra que cambia vidas, alimentando cuerpos hambrientos, compartiendo el evangelio y transformando vidas para Su gloria. Su colaboración marca la diferencia y estamos entusiasmados por ver lo que Dios logrará a través de nosotros juntos. Gracias por ser parte integral de esta misión y por apoyarnos con fe. Los invitamos a seguir caminando junto a nosotros en este viaje para llevar esperanza y amor a los más vulnerables. Con profunda gratitud, Pastor James Lee Presidente del Centro de Misión Mundial Hanhee Kim

En el corazón de la costa este de la India se encuentra Visakhapatnam, una ciudad portuaria de tamaño mediano. A dos horas en coche hacia el sur se llega al pequeño pueblo de Chintaluru, un lugar que, a los ojos del evangelio, es tan importante como cualquier ciudad. Aquí vive el pastor Samuel Abraham, un pastor de segunda generación con un poderoso legado. Su padre, nacido en una familia hindú, experimentó un encuentro con Jesús que le cambió la vida y dedicó su vida a compartir el evangelio con las aldeas tribales. Aunque no tenía ni coche ni bicicleta, caminaba incansablemente de aldea en aldea, llevando consigo a su hijo pequeño, Samuel, y diciendo: “Debemos ir a 100 aldeas y construir una iglesia en cada una”. Trágicamente, el padre del pastor Samuel fue llamado a estar con el Señor cuando Samuel tenía solo 14 años. Samuel mantuvo vivo el sueño de su padre y continuó sus estudios en el seminario para continuar con su misión. Hace dos años, el pastor Samuel enfrentó una grave crisis de salud: un ataque cardíaco que casi le quita la vida. Este desafío limitó su capacidad de llegar a las aldeas en su vieja motocicleta. Sin embargo, Dios tenía un plan, conmoviendo los corazones de los generosos patrocinadores para proporcionar al pastor Samuel un vehículo con tracción en las cuatro ruedas, lo que le permitió llegar a más aldeas de forma segura. “¿Estoy soñando?”, exclamó con gratitud. “¡Gracias, Señor, y gracias a los patrocinadores por esta bendición inimaginable! Ahora debo trabajar aún más duro por Su reino”. Imagínese al pastor Samuel ahora, conduciendo hacia nuevas aldeas, con el corazón puesto en establecer 100 iglesias para cumplir la visión de su padre. Lo invitamos a orar con nosotros por la salud y la fortaleza del pastor Samuel para que, a través de él, la gente de la India pueda experimentar la gracia salvadora de Jesús.

Jesucristo regresará pronto y, en estos tiempos, vemos al enemigo trabajando duro para engañar y dañar al pueblo de Dios. En Perú, nuestros pastores enfrentan desafíos desgarradores al presenciar cómo niños y adolescentes se alejan de la iglesia y se dejan llevar por distracciones mundanas. Muchas familias están pasando por dificultades: padres que no quieren tener nada que ver con la iglesia e hijos que se alejan de su fe y caen en situaciones difíciles. Las niñas enfrentan riesgos cada vez mayores de violencia y niños de tan solo 15 años se encuentran en situaciones que nunca deberían tener que enfrentar. Incluso los hijos de los pastores están perdiendo el foco y se están distanciando de su llamado a servir. Por favor, lea las siguientes palabras y ore con nosotros. Tengo una preocupación creciente por los niños de mi iglesia. Está ubicada en una zona rural de Cuzco. Una vez que los niños crecen, se van a la ciudad a trabajar, se pierden en el mundo y nunca regresan. -Pastor Patricio, Cuzco Tenemos una niña aquí de 15 años que dio a luz a un bebé a principios de este año. Es normal que las niñas queden embarazadas aquí en Satipo. Estoy triste porque los niños tienen que enfocarse en proveer para sus familias a una edad tan temprana. -Pastor Reyes, Satipo Tengo 3 niños, ahora en sus 30 años, que viven en la ciudad. No conocen a Dios. Me rompe el corazón que se hayan alejado. Estoy agradecido al Señor porque mis dos hijas continúan sirviendo y apoyando a la iglesia. Tengo fe y esperanza en que mis tres hijos regresarán a Dios. -Pastor Duner, Iquitos Estoy muy preocupado por los niños y sus familias. Sus padres casi nunca vienen a la iglesia y Dios sabe por lo que podrían estar pasando cuando no están aquí en el santuario. Estoy orando para que Dios abra puertas y recursos para que hagamos una escuela de educación y discipulado para los niños para que sigan permaneciendo en el Señor y creciendo en Su Palabra. -Pastor Bobbio, Piura Sin embargo, hay esperanza. La batalla no ha terminado y creemos que el poder y el amor de Dios pueden restaurar lo que el enemigo está tratando de destruir. Estamos llamados a orar con urgencia y fe, elevando a todos los que están en el ministerio de COJ. Únase a nosotros en oración ferviente, pidiendo la protección, la fortaleza y el avivamiento de Dios para estas familias, niños y líderes.

La semana pasada celebramos nuestro 31º aniversario, y alabamos a nuestro maravilloso Dios por utilizar a personas no cualificadas como nosotros para llegar y tocar a tantos niños pobres y jóvenes errantes durante los últimos 31 años. El Señor nos dio Mateo 25:40 como versículo temático y nos ordenó alimentar, vestir y visitar a los niños pobres y abandonados de todo el mundo, especialmente a través de las iglesias locales de cada comunidad y región. Después de todos estos años de asociación con tantas iglesias locales, tenemos algunas de las noticias más emocionantes y alegres para compartir. Una de las iglesias a las que hemos estado apoyando ha decidido iniciar su propio proyecto COJ interno este mes de octubre. Han decidido pasar de ser una iglesia que recibe a ser una iglesia que da. Esta iglesia, «Iglesia Castillo Fuerte», ubicada en Satipo cerca de la selva amazónica (Pastor Pérez Reyes), comenzará a apoyar a los niños en la región de Pangoa-la misma región que Dios nos reveló hace sólo unos meses cuando buscábamos Su guía para nuestro ministerio en Perú. Se nos recuerda de Su promesa en el Salmo 126:6: «Los que salen llorando, llevando semilla para sembrar, volverán con cánticos de alegría, llevando consigo gavillas». Dios es siempre fiel y grande, y le damos toda la alabanza y la gloria. Seguiremos informándoles sobre este emocionante acontecimiento. Gracias por su fiel apoyo al ministerio Hijos de Jesús.

«Quien es bondadoso con el pobre presta al Señor, y Él le recompensará por lo que ha hecho». (Proverbios 19:17) Durante nuestra reciente RECOFA (Reunión Nacional de Directores de Abba Perú), una joven se acercó a nosotros con un cordial saludo. Ella compartió que ella era de la región de Tarapoto y habló apasionadamente sobre los niños allí que están en necesidad desesperada. Nos preguntó: «¿Ustedes también ayudan a los niños pobres y necesitados?». Su preocupación era evidente cuando describió las terribles condiciones a las que se enfrentan muchos niños en las afueras de Tarapoto. «Hay muchos niños que no tienen nada que comer, beber o vestir. Si alguien pudiera echarles una mano, muchos de ellos podrían conocer el Evangelio de Jesús. ¿Puedes ayudarles?» Perú se ha convertido en una nación en rápido desarrollo, y por algún tiempo, habíamos estado buscando la dirección de Dios - si permanecer en Perú o trasladarnos a otra nación o continente. Mientras orábamos, el Señor abrió puertas en lugares como Pangoa, y ahora, Tarapoto. Creemos que Dios nos está llamando a prestarle un poco más en Perú, y estamos listos para obedecer. ¿Se unirá a nosotros en oración por los niños perdidos de Tarapoto y por su guía mientras continuamos esta misión?