En nuestro previo boletín, compartimos noticias sobre los pastores que fueron llamados a los brazos del Padre durante esta pandemia. Estábamos entristecidos porque habíamos orado arduamente por ellos y sentimos que nuestras oraciones no fueron escuchadas o contestadas en la manera que deseábamos. Sin embargo a pesar de cómo nos sentíamos, sabemos que Dios escucha las oraciones de Su pueblo y Sus respuestas siempre son buenas porque Él siempre es bueno. ¡Y no debemos subestimar cuando nuestro Padre celestial nos responde en maneras que desesperadamente deseábamos, pero tenemos que declararlo y traerle la gloria y la alabanza que Él se merece! Dios es nuestro sanador. Dios es nuestro proveedor. Dios escucho y respondió a nuestras oraciones. Gracias por seguir orando a nuestro lado. Así que ahora, ¿qué hacemos? ¡Seguir orando! ¡Sin cesar, en una mente, un corazón, un espíritu; porque sabemos que Dios es un buen Padre que continuamente escuchará el clamor de Sus hijos y responderá de acuerdo a Su buena voluntad! ¡Aleluya!

Pastor Oscar fue un gran guerrero de Dios que se levantó al lado de la próxima generación cómo un ejemplo de un siervo bueno y fiel. Su servicio a las iglesias del Perú es inmensurable e inexpresable. Estamos profundamente agradecidos con Dios por la vida y ministerio del Pastor Oscar, quien vivió y murió por el reino y la gloria de nuestro Dios. “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Corintios 15:55-57) ¡Él viajo a lo largo de todo el Perú; desde Piura a Arequipa y muchas ciudades y provincias entremedias; para animar y apoyar a muchos adolescentes y jóvenes, líderes y pastores de Abba Perú! Ahora, él ha hecho la transición de esta tierra al glorioso reino de Dios y está cara a cara con Jesucristo, su Salvador y el nuestro. Este es el encuentro que ha anhelado toda su vida. Ha llegado el momento para que la próxima generación de poderosos hombres y mujeres de Dios tomen su lugar y lleven el evangelio a los confines del mundo. ¡Un día nos volveremos a encontrar con el Pastor Oscar y juntos estaremos ante la presencia de nuestro asombroso Dios porque nuestro Señor Jesús resucito de la muerte, dándonos así esperanza eterna!