¿Podrías contarle tu vida entera a alguien que nunca has conocido? Tomaría bastante confianza ¿verdad? Una de las cosas alentadoras que hemos sido testigos en el ministerio de COJ a través de tiempos tan desalentadores, fue ver como la relación entre los patrocinadores y los niños se desarrollaba. Más que nunca, los patrocinadores intencionalmente se han estado comunicando con sus hijos, esperando escuchar que estén bien espiritualmente y físicamente. ¿Y la respuesta de los niños? ¡Es sorprendente! Han confiado en sus patrocinadores por medio de sus cartas; compartiendo historias de sus vidas que incluyen obstáculos que enfrentan como también compartiendo felices recuerdos con ellos; están desatando su creatividad diseñando y dibujando en su propia carta. “Aunque no le he visto, mi corazón bien lo conoce”. Esta es una línea de una alabanza por Hillsong cuyo título es: Soon (Pronto). A pesar que no hemos visto a Dios con nuestros propios ojos físicos, hemos aceptado su invitación a una verdadera e íntima relación con Él, siendo movidos por su gran e incomparable amor. Como nuestro Señor lo mando de la misma manera, el cuidado y amor genuino que ustedes los patrocinadores muestran, soporta las cargas de los niños; haciendo que abran sus corazones y levante sus espíritus. ¡Agradecidos estamos y damos toda la gloria a Dios por cada uno de ustedes!

Mom. Dad. Such simple words, yet they carry tremendous significance. Many of us have taken being able to say these two words for granted. Amongst our COJ partner churches, there are children who have grown up without having such a privilege and some of them faced extra challenges during this current pandemic. God has charged his church to look after those in need, especially the orphans. It is only through the generous giving of faithful sponsors and partners in the ministry that we are able to continue helping children like Bertha, Estani, Baymar and Taylor and express to them His heart– that He is their Abba daddy who is always with them and loves them so dearly. How great our Heavenly Father is! Thank you for being the channel of His love to these children!

Dios, nuestra eterna esperanza y refugio. Aún en medio de esta pandemia, la Iglesia Jesús Esperanza de Vida, ha continuado a ser el lugar de refugio y paz para los niños y jóvenes en la comunidad de Guayaquil, permitiéndoles descansar de las realidades desfavorables que enfrentan día a día. Con más de 60 niños y jóvenes que se reúnen en la iglesia, la hermana Carmen tuvo que dividirlos en dos grupos para acomodar la distancia social. Dos años han pasado desde que la iglesia fue construida; y estamos buscando por la dirección de Dios para saber si es Su deseo extender o construir un segundo piso. Por favor de unirse con nosotros para juntos buscar la dirección de Dios sobre este tema; y continuemos levantando a la hermana Carmen, para que Dios la siga llenando de Su Espíritu y le conceda salud y fuerzas.