¿De dónde viene mi ayuda?
Si alguien viera esta casa hecha de ladrillos de barro, en el pueblo remoto de Coror, Perú; sus ojos físicos contemplarían el plástico y las hojas de hojalata cubriendo la puerta y la ventana para mantener fuera el frio, mirarían unas escaleras incompletas en necesidad urgente de manos hábiles para conectar el piso principal con el segundo piso, y por último se darían cuenta de la ausencia de una cocina. Sin embargo, a través de los ojos espirituales, todo esto refleja el amor de un padre cuyo nombre es Damián. La construcción y renovación que Damián había comenzado en su casa para su hermosa esposa y tres hijos, se pauso cuando su hijo menor fue diagnosticado con la enfermedad renal congénita. Damián cambio su atención y dedico dos años y medio para llevar regularmente a Elmer, a horas de distancia al hospital de la ciudad de Cusco, para su tratamiento.
En agosto 24 del 2020, dado por un accidente trágico, Damián fue cogido en un fuego en las montañas y falleció. Su esposa Beatriz está teniendo dificultad en ocupar el lugar de su esposo y poder proveer para sus hijos, y encima de eso también está pasando por problemas de salud. Estamos confiando que Dios le dará fuerzas para sobresalir este tiempo y esta gran pérdida. Y estamos orando por un patrocinador quien caminara al lado de esta familia para ser un canal de bendición de Dios, consolar y ayudarles con la esperanza de seguir adelante.
UPDATE (11/10/2020): El mes pasado compartimos una historia sobre una familia que enfrento la perdida trágica de su querido esposo y padre. Unas semanas después, recibimos una ofrenda de amor de patrocinadores cuyos corazones fueron tocados por Dios y respondieron a la necesidad de esta familia – ¡Dios es fiel! La madre, hermana Beatriz, pudo devolver el préstamo que había sacado para los gastos del funeral y comprar alguna ropa, pollo y dos corderos para sus hijos. Por la gracia de Dios, también se ha estado recuperando de su salud. Los niños sinceramente extrañan a su padre terrenal, pero confiamos que la fe que tienen en su Padre Celestial ha crecido a través de la expresión y regalos de amor de sus padrinos en Cristo.